Miembros:
Jim Gannon - Guitarra principal, guitarra española
(compositor de todas las canciones, excepto "Come to the Sabbath" de Clive Jones)
Zoot Taylor - Organo, piano
Kip Trevor - Vocales
Clive Jones - Flauta, saxofón, clarinete
Bob Bond - Bajo
Clive Box - Batería y percusión
Producido por: Pat Meehan Jr.
Ingeniero: Roy Thomas Baker
Portada: Rick Breach
“When I crossed the abyss two thousand years ago, I never even dream so many power I would reach. Till the point on my knife reached my lovers silken throat, the only thing I’d sacrificed have been my father’s sheep”
La leyenda que rodea a este grupo y específicamente este disco, ha trascendido el olvido y subsiste al día de hoy. La influencia del lp en la música oscura de cualquier género no es tan notoria como otros, sin embargo, sí está presente para algunos iniciados que no olvidan su influencia negra. Auque fueron afamados en Inglaterra (mucho a causa de su espectáculo en vivo que incluía un sacrificio ritual), la fama del grupo pasó discreta a comparación de los otros creadores del sonido oscuro: BLACK SABBATH. COVEN sacó su disco antes, pero BLACK WIDOW ya trabajaba en lo satánico y lo oscuro a la par, así que se puede considerar a ambas agrupaciones como las causantes de que Satán fuera la estrellan en varios discos a la fecha. El trabajo en “Sacrifice” pudo resistir la prueba del tiempo, y hoy, a más de 30 años de distancia de su grabación, es entronizado como una de las obras cumbre de la música oculta y oscura. Las características de este disco son únicas en muchos aspectos pues musicalmente conjuga el rock clásico, con cosas progresivas en la línea de JETHRO TULL, pero con pesadez, oscuridad y profundidad. El acercamiento lírico del grupo al lado siniestro es patente desde la portada y más aún cuando uno abre la funda del vinil y se encuentra con una orgía de demonios presidida por el mismo Satanás. Sólo había un ejemplo anterior de satanismo descarado en la música y era COVEN, ya aquí mencionado. Los efectos de campanas en reversa para la entrada de “In ancient days” nos abren la puerta para el mudo de sombras de BLACK WIDOW. La canción en sí es una de las joyas de este disco. La entrada en guitarra acústica y saxofón es ya casi histórica. La canción tiene el poder de la seducción que tiene una canción bien hecha y ejecutada. La inclusión de teclado y sax le dan un toque de variedad sonora, muy acordes a lo que se hacía a finales de los 60’s. La voz de Kip Trever nos recita el texto y nos transporta a los días de etruscos y egipcios, cuando las invocaciones antiguas tenían el poder de invocar demonios. De nuevo el saxofón en la lenta entrada de “Way to power” dan pauta al posterior acelere de la canción, acompañado de cantos que se antojan en la más pura línea ritual, a la par que se escuchan advocaciones a Astaroth y a las potencias abismales. De las canciones más populares de este disco de magia negra es “Come to the Sabbath”. Algunos la han mencionado exageradamente como uno de los máximo himnos de la música oscura y satánica, lo que sí es cierto es que ésta canción es muy popular y la banda siempre es reconocida por ella, incluso grupos como DEATH SS y BEWITCHED le han hecho covers de ella. El órgano, que a diferencia de lo que se puede pensar no emula a uno de iglesia, es de los elementos que más destacan en la composición, auque remita más a un órgano de circo que a uno de un ritual satánico. Algo que podría ser catalogado como pesado, y hasta épico es precisamente la canción “Conjuration” . Su hechura es más sencilla que el resto, auque su duración es más extensa. Si tuviera una guitarra pesada, juraría que sería uno de los puntos de partida de lo que después fue el Doom Metal, el real Doom Metal. Muchos podrían mencionar que el inicio de “Seduction” es un canto de cuna, pero después de torna una canción muy enraizada en la música de los 60’s, incluso traspasada por elementos de jazz, todo para dar marco a una pesadilla dominada por un seductor incubo. La que se puede considerar como la canción más pesada y agresiva es “Attack of the demon”. El coro capta nuestra atención pues es una de las partes más fuertes y sólidas de la canción, que también es larga, pero minimalista en su composición a comparación de las otras, aparte de que es la que tiene una estructura más cercana al rock clásico. La última canción es “Sacrifice”, que a similitud de la anterior, es también la que se puede considerar como más pesada. El órgano tal vez le resta un poco de ese aire macabro que debería de reinar en este disco oscuro, pero la canción en si misma llama a las sombras de la noche a que se congreguen para un sacrificio. En resumen, este disco no valdrá nada en estos días por su sonido arcaico, pero para los hijos de la noche, no tendrá precio.
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